martes, 1 de noviembre de 2011

Psoriasis: una enfermedad de la piel crónica pero tratable.

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel que produce lesiones escamosas. Un 1,5% de la población la padece, y aunque es crónica la psoriasis es la enfermedad dermatológica en la que más avances científicos se producen debido a su prevalencia.
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que en ocasiones afecta, además, a las articulaciones, para la que existe una predisposición genética. De hecho, la psoriasis no es contagiosa: no la provoca ningún microbio sino el propio sistema inmunitario. Si un progenitor ha padecido la enfermedad, las probabilidades de heredarla rondan entre un 30 y un 50%, mientras que si ambos progenitores la sufren, las posibilidades aumentan de un 50 a un 70%.

Aunque sea crónica, la psoriasis es tratable. “Existe un porcentaje elevado de pacientes que no acuden al dermatólogo o que no se someten al tratamiento porque arrojan la toalla cuando se enteran de que la psoriasis es una patología crónica”, explica el doctor Miquel Ribera, vicepresidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Es crónica, no obstante, de modo espontáneo puede desaparecer durante periodos más o menos largos. Esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad.
Los síntomas de la psoriasis son:
• Vasodilatación
• Placa roja sobreelevada
• Escamas blanquecinas nacaradas
• Se localizan en codos, rodillas, zona lumbosacra y cuero cabelludo
El origen de la enfermedad se produce cuando el sistema inmunitario, concretamente, los leucocitos T que circulan en la sangre, atacan a los queratinocitos, las células que conforman la epidermis (la capa más superficial de la piel). Estos responden y se multiplican, generando en la piel placas de color rojo debido a la inflamación cubiertas por escamas.
Algunos de los factores que precipitan la aparición de psoriasis son:
• Tenencia de otra enfermedad autoinmune (como la enfermedad inflamatoria intestinal o enfermedad de Crohn)
• Infecciones
• Estrés
• Traumatismos
• Consumo de tabaco o alcohol
Cómo se trata la psoriasis
Los tratamientos se centran en combatir el estado de autoinmunidad y blanquear la piel. Existen tres niveles de psoriasis desde el punto de vista terapéutico, dependiendo de la extensión de las lesiones:
• Psoriasis leve: posee menos del 10 por ciento de la piel con lesiones, para lo que necesita tratamientos tópicos, es decir, que se aplican directamente sobre la lesión, como pomadas o cremas.
• Psoriasis moderada: la extensión de las lesiones es superior al 10% por ciento de la superficie dérmica.
• Psoriasis grave: superan el 20% o se localizan en lugares más “sensibles psicológicamente” como la cara.
En estos casos, se sigue con cremas y se le proponen al paciente unos tratamientos más efectivos pero con más efectos secundarios. Estos tratamientos consisten en pastillas o tratamientos biológicos, que se inyectan de forma subcutánea, como la insulina, o endovenosos.

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